jueves, 15 de febrero de 2018

NUESTRAS TORMENTAS

Quien ha pasado por tormentas, 

cuando ve la lluvia… 

se ríe

Las adversidades son las situaciones de la vida que nos hacen crecer de manera más acelerada, que nos invitan a ver las cosas de una forma diferente, que nos obligan a sacar de nuestro interior todo aquello que nos permite salir adelante. Nos permiten conocer esa parte de nosotros que se mantenía oculta, inclusive ante nuestros ojos.
Cuando atravesamos problemas que nos sacuden el mundo, que nos sacuden la vida misma y logramos salir airosos del otro lado, quizás con muchas heridas, con pérdidas importantes, con ausencias que jamás llenaremos, pero aun así con capacidad de reiniciarnos, de volver a empezar, ahora fortalecidos por esa energía que ya somos conscientes de que llevamos dentro y que tendremos a disposición cada vez que lo requiramos, nos sentimos sin duda guerreros y valientes.

Una vez que entendemos que no se nos presentarán situaciones a las cuales no le podamos hacer frente y que la actitud que mantengamos en nuestros tránsitos, es de vital importancia para tomar de una experiencia negativa todo lo que nos pueda nutrir, estaremos cada vez más en capacidad de apreciar las cosas positivas de la vida e inclusive aprenderemos a reírnos ante la lluvia.
 
Esa lluvia que en algún momento pudo habernos causado temor, nos ha limitado para dar algunos pasos e inclusive nos pudo haber hecho tomar rumbos diferentes a los que quisimos, solo ante el riesgo de mojarnos la vida un poco.

Luego de las descargas, el agua que ahoga, la soledad ante la tormenta, la necesidad de un abrigo, la ausencia de quienes pensamos estarían allí y esas presencias inesperadas, todo lo vemos en una proporción diferente, las personas se reubican en nuestras vidas y sobre todo cada rayo de sol se aprecia y se aprovecha al máximo.

Si vas a permitir que las experiencias de tu pasado te marquen o de alguna manera te definan, al menos ten cuidado al decidir cuáles serán las que seleccionarás, escoge aquellas que te permitirán ser más humilde, a pesar de saberte más fuerte que antes, aquellas que te permitan, así sea a través del contraste, alegrarte por los buenos momentos y disfrutarlos, escoge todo aquello que te dé las herramientas para ayudar a quienes lo necesiten sin interferir en su proceso de crecimiento y escoge aquella que te permite nutrirte con las mejores compañías y los mejores afectos.

Ríe ante la lluvia si has atravesado tormentas… y si esa lluvia comienza a arreciar, mantén tu paz interior y la certeza de que, como las veces anteriores, saldrás victorioso y fortalecido.


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