martes, 20 de agosto de 2019

Nomofobia: la ansiedad al separarse del móvil


La incorporación del teléfono móvil en la vida cotidiana ha sido tan fuerte que, hoy por hoy, se presenta casi como un elemento imprescindible. Sin embargo, no todo son ventajas


El teléfono móvil es, hoy por hoy, uno de los aparatos tecnológicos de mayor uso en el mundo, sin menospreciar esta patología a edades más adultas, uno de los problemas más graves a los que se están teniendo que enfrentar tanto las familias como los psicólogos es a tratar la nomofobia entre los jóvenes de 18 a 35 años. 
¿Te consideras adicto al móvil? Compruébalo en este test:

Se trata de la vivencia de un miedo irracional a estar sin móvil, a estar sin saldo o cobertura, a quedarse sin batería o, incluso, a salir de casa sin el terminal. Y, según diversos estudios, el 77% de los jóvenes de entre 18 y 24 años y el 68% de los que tienen edades comprendidas entre los 25 y los 34 años padece esta patología.
Al parecer, el perfil de quienes se enfrentan a esta patalogía está bastante definido, ya que se trata de personas normalmente introvertidas, con baja autoestima y que presentan notables carencias a la hora de relacionarse con sus semejantes, por lo que prefieren comunicarse a través del teléfono móvil y ocupar su tiempo de ocio de esta forma.
Además, y tal y como indican diversos expertos, el hecho de disponer de un terminal con la última tecnología y poseer conocimientos sobre él, les ayuda a creer que poseen un estatus superior tomando como referencia, por ejemplo, su actividad en los chats o las redes sociales.
Síntomas de nomofobia
Así, y con el objetivo de detectar la nomofobia lo antes posible y comenzar el tratamiento correspondiente, los psicoterapeutas destacan la importancia de detectar los síntomas más evidentes:
  • El joven se enfada en el momento en el que se le llama la atención o se le restringe el uso del móvil –aunque sea en situaciones en la que sea completamente coherente hacerlo-.
  • Es necesario repetirle constantemente las frases o indicaciones, incluso las que se le dan directamente, porque no presta atención a lo que se le dice, sino sólo a lo que le llega a través del teléfono.
  • Se observa un uso abusivo del terminal, por ejemplo, en sitios públicos aún cuando se está acompañado de más gente, no se levanta la cabeza de la pantalla cuando se va andando por la calle o no se encuentran alternativas válidas para cubrir el tiempo de ocio.
De la misma forma, especifican que los padres y demás adultos de su entorno desempeñan un papel fundamental ya que los adolescentes y jóvenes son grandes imitadores del comportamiento.
Consejos para desconectar  
Por ello, recomiendan, entre otras actitudes, establecer una especie de hoja de ruta en la que se especifiquen claramente las situaciones en las que el uso del móvil debe estar completamente prohibido –por ejemplo, en comidas, cenas o cuando se realicen actividades con otras personas, o mantenerlo apagado por las noches-, pero también aquellas en las que sí puede contemplarse cierta flexibilidad en su empleo.

AGOTAMIENTO EMOCIONAL



El agotamiento emocional puede ser una consecuencia de pedirte demasiado y querer ser fuerte a todas horas.

El Agotamiento emocional es un estado de sobrecarga ante el estrés. No estamos hablando solo de exigencias profesionales, sino también de la carga de asumir conflictos, responsabilidades o estímulos emocionales o cognitivos. 
No aparece de la noche a la mañana. Es un proceso que se va desarrollando lentamente hasta que llega un punto en que colapsa, y es ahí cuando aparecen sus consecuancias. 
Aunque el agotamiento emocional se experimenta como fatiga mental, puede ir acompañado de gran fatiga física. Cuando surge, la persona puede sentir una sensación de pesadez, una incapacidad para seguir avanzando. Se cae en una inercia de la que es difícil salir. 

¿Cuáles son las causas del agotamiento emocional? 

Surge cuando se produce un desequilibrio entre lo que damos y lo que recibimos. Las personas que sufren son generosas, dan todo lo que pueden de sí mismas en el trabajo, en el hogar, en la pareja o en cualquier otro ámbito de su vida.
Este síndrome se encuentra a menudo en áreas muy exigentes, que requieren grandes sacrificios: 
  • Trabajar con un alto riesgo de despido.
  • Una familia cuyos miembros tienen muchos problemas y necesitan atención.
  • Una relación que es conflictiva o tiene grandes dificultades.
La persona que sufre de agotamiento emocional no tiene tiempo para ella y no recibe reconocimiento, afecto o consideración suficiente: se espera que esté siempre presente, como si no tuviera necesidades o problemas. como si ella fuera más fuerte que todo el resto y pudiera soportarlo todo.

Los primeros síntomas de agotamiento emocional

Los índices sugieren la aparición de agotamiento emocional. Estas son señales que, en general, reciben poca importancia a pesar de que nos permitirían manejar la situación a tiempo. 
  • Agotamiento físico: La persona se siente permanentemente cansada. Cuando se despierta, siente que el día será una montaña para escalar. 
  • Insomnio: La persona tiene dificultad para dormir porque siempre tiene problemas que giran en su cabeza y le impiden dormir. 
  • Irritabilidad: Se enoja y pierde el control de sí misma con recurrencia. La persona está de mal humor y sensible a cualquier crítica o gesto de desaprobación. 
  • Falta de motivación: La persona que sufre de agotamiento emocional actúa mecánicamente, como si continuara haciendo lo que hace todo el tiempo. Pérdida de interés y entusiasmo por actividades que antes eran apreciadas. 
  • Distanciamiento emocional: Las emociones son cada vez más planas, como si sintiéramos cada vez menos cosas. 
  • Pérdida de la memoria: Una saturación de información y / o estímulos da lugar a frecuentes descuidos. La persona olvida fácilmente las pequeñas cosas. 
  • Dificultades para pensar: La persona se confunde fácilmente. La actividad más ligera requiere más tiempo que antes, y razona más lentamente. 

¿Cómo acabar con el agotamiento emocional? 

La mejor manera de superar el agotamiento emocional es, obviamente, descansar. Es importante encontrar tiempo libre para relajarse y estar tranquilo. Por ejemplo, las personas que ocupan mucho su tiempo pueden pasar años sin coger vacaciones. Esto es algo que bajo ningún concepto debes hacer porque la fatiga llegará tarde o temprano y puede que lo haga en la peor de sus formas. Lo primero que hay que hacer es tomarse unos días para descansar. 
Otra solución es trabajar para tener una actitud diferente hacia las obligaciones diarias. Cada día debe incluir el tiempo dedicado a los compromisos, pero también el tiempo para descansar y realizar actividades gratificantes. Es esencial aprender a dejar de lado el perfeccionismo o la obsesión de querer controlarlo todo. 
Finalmente, es muy importante ser consciente de uno mismo. Para esto, lo ideal es tomarse un poco de tiempo cada día para estar solo: respirar, reconectarse con uno mismo, con los deseos de uno. Es fundamental desarrollar una actitud de comprensión y amabilidad hacia uno mismo. Si no lo hacemos, tarde o temprano no podremos continuar.