martes, 21 de mayo de 2019

LOS CLAVOS





E
sta es la historia de un muchachito que tenia muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.

 

Es el primer día, el muchacho clavo 37 clavos. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos.

 

Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos. Llego el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, este le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que aún  quedaban más clavos para quitar en la puerta.

 

Su padre lo tomo de la mano y le llevo hasta la puerta, has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos eso hoyos en la puerta, nunca más será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.

 

Tu puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastara, y la cicatriz perdurará para siempre.

 

Una ofensa verbal es tan dañina como una física. Los amigos nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención, y siempre están prestos a abrirnos su corazón.

 

LOS AMIGOS SON JOYAS PRECIOSAS


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