miércoles, 10 de abril de 2019

El duelo perinatal: fases y protocolo

Enfrentarse a la pérdida de un ser querido siempre es complicado, pero ¿qué pasa cuando esa pérdida se produce durante el desarrollo del embarazo? Hoy, queremos hablar del duelo perinatal. Vemos necesario visibilizar un tema que se da más a menudo de lo que se cree y del que existe una gran desinformación.
En España, la mortalidad perinatal designa el número de muertes producidas entre la semana 28 de gestación hasta los primeros siete días de vida por cada 1.000 nacidos vivos y muertos. La tasa de mortalidad neonatal sería el número de muertes ocurridas entre el nacimiento y 28 días de vida en un año dado por 1000 nacidos vivos en ese mismo año (González, Suárez, Polanco, Ledo y Rodríguez, 2013).
La OMS en la 10ª revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10)diferencia la pérdida durante la gestación así:
  • Muerte fetal temprana: hace referencia a fetos de menos de 22 semanas de gestación y/o < 500 gramos de peso. Se conoce como “aborto”.
  • Muerte fetal intermedia: comprende los fetos de entre 22-28 semanas de gestación y/o peso entre 500-999 gramos.
  • Muerte fetal tardía: incluye muertes fetales a partir de los 1.000 gramos de peso y/o mayores de 28 semanas completas de gestación.
Mujer triste y deprimida
Autores, como López (2011), extienden el concepto del duelo. Incluye, así:
  • Los casos de aborto (voluntario e involuntario).
  • La interrupción voluntaria del embarazo por problemas del feto o amenaza para la salud de la madre.
  • La reducción selectiva en embarazos múltiples.
  • La muerte intraparto o intrauterina.
  • La pérdida en embarazos múltiples y del neonato.
La pérdida durante el embarazo no ha tenido siempre la misma importancia.Actualmente, gracias a que hay más información y más sensibilidad hacia este suceso, se han desarrollado protocolos dirigidos a apoyar a los padres durante el proceso del duelo.

Protocolo ante la pérdida y el duelo perinatal

En la Guía de Atención a la Muerte Perinatal y Neonatal mencionan algunos hospitales donde estos protocolos ya se llevan a cabo. Dos de estos hospitales son:
  • Hospital Donostia, en San Sebastián. A partir de la iniciativa de una profesional del Servicio de Maternidad que solicitó al Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco la implantación de cursos sobre duelo perinatal dirigidos a profesionales. Las 33 matronas que trabajan en el servicio han recibido formación específica en torno a las muertes perinatales.
  • Hospital Basurto, en Bilbao. En la Unidad de Neonatología se ha elaborado un Protocolo de Duelo Perinatal. Los contenidos se fundamentan en los derechos del niño, las acciones dirigidas a los padres y las dirigidas al equipo de salud.
Las recomendaciones del protocolo consisten en proveer de cuidados que refleje el deseo natural de los padres de ver y abrazar a su hijo tras el nacimiento, y brinde las herramientas útiles a los profesionales involucrados en la atención del proceso (Contreras, Ruiz, Orizaola y Odriozola, 2016).
“El duelo nos desafía a amar una vez más”.
-Terry Tempest Williams-
Estos mismos autores distinguen distintos pasos en función del momento:

Después de comunicar la noticia

  • Establecer una relación con los padres basada en la sensibilidad.
  • Entender el impacto de la noticia en los padres.
  • Asegurar que los padres están acompañados durante todo el proceso.
  • Ofrecer información clara sobre las diferentes opciones que tienen. Según la asociación El Parto es Nuestro, cuando tras la realización de ciertas pruebas médicas se descubre el bebé no tiene latido, hay dos posibilidades. Una sería el manejo expectante, que consiste en esperar a que el propio cuerpo desencadene de forma natural la eliminación de los restos. Este proceso es muy similar al del parto. La segunda opción sería el legrado, necesario cuando la madre no se pone de parto de manera espontánea.


Después del nacimiento

  • Orientar de forma delicada e individualizada mientras los padres conocen a su hijo.
  • Normalizar el contacto profesional con el niño fallecido para mostrar a los padres un camino a seguir.
  • Ofrecer la posibilidad de tener algún recuerdo del bebé.
  • Respetar y apoyar completamente los deseos de los padres que declinan ver o pasar tiempo con su hijo. Valorar si desean custodia de algún recuerdo durante algún tiempo. Valorar si desean que el acompañamiento lo realice otra persona.
Dentro de este último apartado, es importante destacar que el artículo 40 de la Ley de 8 de junio de 1957 sobre el Registro Civil, atendiendo a los criterios del artículo 30 del Código Civil, establece que solo podrán ser inscritos como personas en el mismo aquellos que sobrevivan 24 horas tras el entero desprendimiento del seno materno.
Padre triste atravesando proceso de duelo

Afrontamiento y fases del duelo perinatal

Ante una pérdida de cualquier ser querido, más aún en estos casos, hay que respetar la libertad y las decisiones que tomen los padres. Hay que entender, escuchar e intentar que mantengan el mayor control posible sobre el desarrollo de los acontecimientos.
Las fases por las que suelen pasar los progenitores en estos casos son tres (López, 2011; citado en Vicente, 2014):
  • En primer lugar, se experimenta shock e insensibilidad, aturdimiento y dificultad funcional; todo ello acompañado de sentimientos de añoranza.
  • En segundo lugar, la desorientación y desorganización de la vida cotidiana. Esto va de la mano de la sensación de vacío y desamparo.
  • Finalmente, se consigue una reorganización en la que se rehace la vida y se recupera la capacidad de disfrute, pero sin olvidar.
Para afrontar o sobrellevar la muerte del bebé existen, desde distintos ámbitos, recursos y medidas que apoyan a los padres (Vicente, 2014):

Dentro del ámbito sanitario

  • Derivación e información sobre recursos al alta. Ofrecer a las parejas y familiares información sobre recursos bibliográficos, recursos web, asociaciones, grupos de autoayuda, etc.
  • Asimismo, es necesario facilitar la expresión emocional en ausencia de cualquier tipo de juicio.
  • Proporcionar apoyo durante el proceso de hospitalización, utilizando la escucha como herramienta terapéutica. Informar y orientar para facilitar la toma de decisiones de forma autónoma por parte de los padres.
  • Igualmente, es necesario formar al personal sanitario. Entrenar habilidades y proporcionar herramientas y técnicas que mejoren la atención a la pérdida y el duelo perinatal en los primeros momentos.

Fuera del ámbito sanitario

  • Creación y desarrollo de campañas de información y sensibilización social.
  • Creación y dinamización de Grupos de ayuda mutua: dirigidos a madre y padres, a hermanos, a abuelos, etc.
  • Apoyo y acompañamiento en el proceso de duelo.
  • Orientación en trámites burocráticos.
  • Orientación y terapia de duelo: a nivel de pareja, familiar o individual.
En definitiva, es necesario formar a los profesionales para que puedan atender, acompañar y apoyar tanto a los padres como al entorno familiar, sin olvidar que son los progenitores los que deben marcar el ritmo del proceso.

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